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Queremos que el cliente se comprometa con nosotros, que deposite su propiedad en nuestras manos, que nos deje buscar su casa y no nos haga perder el tiempo buscando su casa por su cuenta de aca para allá. Estamos nosotros dispuestos a comprometernos con el cliente?

Hay muchos agentes que rechazan la exclusiva, algunos con indignación. Me resulta difícil creer que haya alguno que no acepte que para el profesional es más interesante. Para el cliente también lo es siempre que se den ciertas circunstancias. En primer lugar ha de ser una exclusiva compartida: el agente se compromente a ofrecer la propiedad de forma proactiva a los agentes de su zona para que puedan ofrecerla a su vez a sus posibles compradores. En segundo lugar, la exclusiva debe incluir un compromiso de servicios perfectamente explicados y una cláusula de rescisión unilateral en caso de incumplimiento de dicho compromiso. Y finalmente, debe incluir un claro compromiso de agencia, por el cual el inmobiliario se compromete a representar los intereses de su cliente y solo los suyos.

Cuando un agente rechaza la exclusiva, lo que debemos preguntarnos es qué parte de la exclusiva realmente rechaza. Entiendo que la gente se arrugue ante el compromiso que eso implica: es mejor aceptar el encargo abierto sin compromiso alguno de hacer nada; si se vende se vende y si no se vende mala suerte… Entiendo que haya gente que no quiera compartir sus honorarios pensando que de esa manera va a ganar más. Pero no nos engañemos: el trabajo en exclusiva es más serio, más profesional, es mejor para el inmobiliario, y es mejor para el vendedor y para el comprador también.

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